La lluvia siguió haciendo de las suyas en todo el departamento del Tolima y en la jornada del viernes, volvió a azotar con fuerza el circuito del Parque Deportivo Municipal de Ibagué, escenario de los Campeonatos mundiales de patinaje de velocidad.
Por ello, la jornada de cierre tuvo que esperar hasta que apaciguara el clima y escurriera el agua sobre la cinta asfáltica para poder soltar las competencias finales de la vuelta al circuito, en las cuatro categorías, así como la prueba por puntos en mayores varones, pendiente del miércoles anterior, justamente por el mal tiempo.
Y es que la lluvia jugó un papel fundamental, pues explotó la pericia de los corredores, varios de ellos rodaron por el piso sin poder continuar en competencia. Otros, por el contrario, sacaron ventaja de la situación, como el caso de Kollin Castro, corredora colombiana, quien supo sortear el momento y estar a la cabeza del grupo en su final juvenil. El podio lo complementaron Helen Rivera, de Guatemala, quien entregó la primera presea del mundial a su país, y Ruth Ariza Gastón, de España.
Entre los caballeros la situación fue similar, mucha cautela, el centro de gravedad de los corredores más bajo que de costumbre y los nervios a flor de piel. Incluso, los jueces tuvieron que revisar el video oficial en varias ocasiones para determinar los cuatro corredores finalistas. El honor de ser el campeón del mundo lo ganó el italiano Andrea Cremaschi, con una carrera limpia y dominada de principio a fin. Muy cerca, definida solo a través del finish, Florian Bernard llegó en segundo lugar, dejando el tercer cajón al estadounidense Gabriel Lyons.
En la categoría damas mayores, el desarrollo de la carrera se vio dominado por la campeona del mundo Geiny Pájaro, quien ganó sus series, excepto la semifinal, donde por poco se va al piso, haciendo una carrera inteligente y apostando por la seguridad de su presentación. Ya en la final, hizo gala de su favoritismo y sacó una luz de ventaja importante para levantar los brazos y celebrar con tranquilidad, delante de la chilena María José Moya y la ecuatoriana María Loreto. Podio suramericano y de lujo en esta final.
El cierre de la prueba de velocidad, a cargo de los varones mayores, tuvo muchas emociones y momentos de nervios, pues la potencia de varios corredores les jugó una mala pasada y, con el piso húmedo, vieron desvanecerse sus posibilidades de medallas. Los más tranquilos y que supieron interpretar la situación y el estado del circuito, fueron los que se llevaron el botín. El francés Gwendal Le Pivert fue oro, el italiano Duccio Marsili la plata y el chileno Ricardo Verdugo se hizo al bronce. Carrera muy aplaudida por el público que llenó las graderías del Parque Deportivo Municipal de Ibagué.
De la primera jornada del miércoles, la que abrió el circuito de ruta, estaba pendiente la final de la prueba por puntos en la categoría mayores varones, la que no se pudo realizar por la tormenta eléctrica ocurrida esa noche. La carrera fue muy pareja y tuvo en Nolan Beddiaf, de Francia, al principal protagonista, quien sumó 19 puntos para llevarse el oro y dejar una lucha cerrada por la plata y el bronce, donde el español Francisco “Pachi” Peula hizo los mismos 11 puntos del colombiano Manuel Saavedra, pero el orden de la llegada le dio el segundo lugar al ibérico dejando el bronce al tricolor.
Cerrado el circuito de ruto, duro, exigente e impredecible, la selección Colombia en su totalidad saltó a la pista para celebrar un nuevo título del mundo ante sus aficionados, esos que también se llevan una medalla de oro por su entrega, por estar día a día atentos y respaldando a todos los corredores, sin importar el país de su procedencia. Ahora, los maratones, la fresa en la punta del pastel.